domingo, 27 de septiembre de 2009

Omm... ael...

Después de sobrevivir a una cena llena de deliciosas tapas coloridas, aromáticas y exquisitas en definitiva frente a mi coca-cola zero, ahora que, tras los exámenes, he sustituido las valerianas como complemento alimenticio por la comida en sí, nos encontramos vagando por las calles con su recién pintada bicicleta a Ommael, todo un mito de la Zaragoza actual.
Su esencia es felicidad, gozo y paz -palabras textuales- y nos cuenta que para ser feliz hay que ser consciente de ello, de la capacidad que cada uno tiene para lograr la felicidad.
-La tierra me tiene enamorado de tanta belleza-afirma en estado de trance pasajero.
Nos informa además del alineamiento del sol con el centro de la galaxia que tendrá lugar el 22-12-2012, y que causará el final de una mala época para comenzar con una buena. Uh, lo mismo se refiere a la crisis, debería llamar a Zp, lo mismo le pone a Ommael un ministerio, oye, todo podría suceder. Ya me lo imagino, Ministerio de Asuntos Esotéricos, y Ommael al frente, con sus pantalones de flores informando de los últimos sucesos cósmicos ante los medios.
Ommael también te da tu horóscopo, te dice cómo eres interior y exteriormente, te analiza, te lee la mano y te transmite una filosofía de vida que, aunque él esté más para allá que para aquí, ya la quisiera yo para mí. Un tipo curioso, la verdad.
Me dice que me encanta encantar y que soy la diosa Venus, y yo estoy a punto de decirle que me lo llevo a casa para que me levante la moral todos los días.
Más tarde, en casa, leyendo los papeles del horóscopo que me ha dado sin pedirme nada a cambio, algo raro en estos tiempos, he de decir que me deja más flipada de lo que él está, que ya es decir. Debo de ser cien por cien predecible porque los malditos papeles no sólo me dicen todas y cada una de mis virtudes, si no que recalcan todos mis defectos y empiezo a pensar que tal vez no esté tan chiflado como parece a primera vista, quizá tenga razón en algo.
Mientras tanto me voy a meditar, omm… ael… omm… ael…
מרינה

1 comentario:

Anónimo dijo...

El día que yo le ví tenía pantalones amarillos. Mucho mejor tu nueva cabecera. I like it.