sábado, 2 de mayo de 2009

Capítulo 74.

La casa está patas arriba y ahora me toca turno limpieza. Lo mejor del fregote, vamos, lo único bueno, es que me pongo los casos y tengo toda la libertad que quiero para berrear, y así de paso no me oigo los gallos y me creo que canto como una popstar, sin olvidar los bailes que me hecho bayeta en mano.
Cojo las llaves del coche y salgo de casa a buscar el mp3 cerrando la puerta tras de mí, pero, justo en el momento en el que la puerta hace clon, abro los ojos como platos porque me acabo de meter en un buen lío. Me he dejado las llaves puestas por dentro, y la familia al completo está…digamos…en Asturias. Cojonudo.
Me pongo histérica, y esta vez los pelos acompañan a mi estado mental, pues no me he peinado desde que me he levantado. No sé qué hacer, cómo voy a enmendar esto sin que llegue a oídos de mis padres. Me voy a casa de mis tíos a ver si me solucionan la vida, pero por más que llame al timbre no van a aparecer por arte de magia si no están.
Vuelvo a casa y cojo el coche medio llorando por la pasta que me va a soplar un cerrajero y más en festivo, y me voy a hacer la ronda de casas de amigas a que, por lo menos, me consuelen. Acabo en casa de Pilar con su madre empeñada en que me quede allí hasta el domingo.
-Sí, sí, te quedas, te pones la ropa de Pilar, comes aquí, te duchas, lo que quieras. No se hable más.
-Carmen genial, mil gracias, pero, tengo al perro en casa, la tele y la lavadoras encendidas, y también las cosas con las que tengo que volver a Madrid.-Esa solución no me vale, por mucho que ella me insista.
Por fin Pilar logra acordarse de alguien que le abrió la puerta a no sé quién y nos vamos en busca de ese alguien, de toda la vida del pueblo y al cual no le pongo ni cara, pero allí nos presentamos mis pelos de bruja piruja, Pilar y yo.
Sale la mujer que nos dice que está convaleciente en cama. Estupendo, debe de ser mi día de suerte, creo que voy a empezar a patalear.
Volvemos a casa y, milagrosamente, Pilar consigue abrirme la puerta. Me la como a besos porque no sé qué narices hubiese hecho sin ella, o se me hubiese caído el pelo porque me hubiese tenido que resignar y llamar a papá, o se me hubiese quedado la cuenta bancaria temblando. Buff, qué mal rato.

מרינה

1 comentario:

Manu MAÑERO dijo...

jaja no podían faltar las llaves.
lo siento por ignorarte esta mañana, estoy realmente liado. no te voy a prometer que nos veremos pronto porque por inercia tendremos que vernos tarde o temprano. habiendo ganas, debe haber momento. otra cosa es que sea jodido buscarlo. sería algo así como... intentar correr la maratón pesando 200kg. lo deseas, pero estás limitado por cosas ajenas a ti. y en realidad podrías cambiarlo, hacer deporte y adelgazar, pero el proceso puede ser lento y penoso. yo ando pasando apuntes, atendiendo trabajos, imprimiendo, muriendo. lo típico para un perro, como decía el anuncio.
enfan...