viernes, 1 de mayo de 2009

Capítulo 73.

Superviviente. Soy una superviviente nata.
He conseguido pasar una hora dentro del coche con la abuelita y no morir en el intento, aunque ha habido varias ocasiones en las que me hubiese dado de cabezazos contra el volante. Ella se queja de que sea yo la que la lleve al pueblo, y yo me quejo porque no hay otra idiota que esté dispuesta a aguantar una hora de tortura gratuita y, básicamente porque mi madre me ha colgado el muerto a mí y no había manera humana de escapar de este fregado.
Comienza a mortificarme con el tema “novios” y ve que por ahí no tiene mucho futuro pues yo sigo a lo mío concentrada en la carretera e intentando canturrear algo coherente que haga inaudibles sus irritantes palabras, así que pasa al tema vestimenta y acaba insinuando que soy un putón por llevar algo de escote, y después al tema tabaco.
Sigo haciéndome la sueca, pero ella, que ya no se acuerda de lo que me acaba de decir, cada cierto tiempo me lo vuelve a repetir, y por un par de veces estoy a punto de arrancarme los pelos de las cejas por no parar el coche de un frenazo y dejarla tirada sin piedad alguna en la cuneta de una carretera comarcal.
Continuamos el camino hasta que pasamos por al lado de un puticlub de renombre, el Euro, y no se me ocurre otra cosa que decir:
-Mira, esto es un puticlub.
-Y tú ¿cómo lo sabes?- me dice en tono acusador la abuelita.
-Porque es muy conocido.
-Qué pasa ¿que tú has estado?
La miro con odio y resoplo en su cara para informarle de que está agotando mi paciencia a un ritmo desenfrenado y, cuando devuelvo la vista a la carretera, reparo en que me acabo de pasar la salida. Mierda.

מרינה

1 comentario:

Manu MAÑERO dijo...

no se con qué quedarme, si con el tema del euro, de tus escotes, de tus "novios" o... de la puerta de casa cerrada por dentro.
ese se te ha olvidado, eh...
jaja
un besazo