martes, 19 de mayo de 2009

Capítulo 84.

El verano se acerca, y con él la puñetera operación bikini. Dos cosas necesito, quitarme la curva de la felicidad y hacerme con un bikini bueno, bonito y barato, y disimulador a poder ser, aunque esto no va a ser tan fácil.
La tarea número uno me la propongo todos los días desde que el capullo éste me obligó a salir corriendo en busca de un Burger King. Lo diviso a lo lejos, hasta me parece que un aura blanca rodea al establecimiento y oigo música celestial, vamos, como si llegase al paraíso, al de la grasa. Con el único objetivo de hacerme con un Long Long Long Chicken, patatas XXXXL y Coca-Cola no zero me acerco hacia la puerta babeando sólo de pensar en todo bien embadurnado de kétchup y mayonesa, ¡¡¡grrr ay omá qué rica la comida grasienta!!! ¡¡¡La mejor del mundo!!!
Un día más y me vuelvo a decir que de hoy no pasa, pero en lugar de eso, antes meterme entre pecho y espalda un buen plato de pasta rebosante de tomate, me desparramo en el sofá con un sobrecito de mayonesa en la mano absorbiendo el contenido sin demasiada efusividad y visualizándome en la piscina medio desnuda. De todo menos placer.
La segunda tarea está completada. Después de confundirme de salida con el coche por ir empanada de la vida cantando como una loca, después de darme un susto de muerte temiendo llegar a Barcelona si no encuentro pronto una salida para dar la vuelta hacia Madrid, llego sana y salva al centro comercial y me enfundo en un precioso bikini. Pero, si la parte de arriba me va perfecta, la de abajo me cuelga por el culo, y si la de abajo me queda en su justa medida, con la de arriba se me ve hasta el pensamiento. Estupendo, no estoy en concordancia, y ahora qué.
Después de mucho reflexionar abro la cortina y me planto en medio del pasillo de los probadores. Tres mujeres que estaban en el probador de al lado se me quedan mirando a punto de echarse a reír, y así acabo probándome todos los bikinis de la tienda delante de esas tres desconocidas que me aconsejan el negro. Bien, voy a ser obediente y me voy a fiar de ellas. Me lo llevo.

מרינה

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