miércoles, 18 de febrero de 2009

Capítulo 19.

Omar Steven, menudo nombre tiene, me suena a telenovela de las que me hacía ver mi abuela cuando era pequeña al llegar del cole, así que en ese caso yo me pido ser Marina Alejandra. Omar Steven y Marina Alejandra, no suena tan mal ¿no?
La pregunta del millón es cómo he conseguido esa información, pues fácil, y para toda la familia. Estaba yo jugando a la Play Station, que estoy completamente viciada al Need For Speed, y Omar ha salido al balcón, y Oli, ni corta ni perezosa ha salido a la terraza y le ha dicho, ¿te vienes a jugar a la Play? Y el otro, vale.
Yo no me lo podía creer, voy gritando por casa, me pongo a recoger como una poseída la cocina, todo tiene que estar perfecto, pero que tampoco se note que he estado recogiendo para la ocasión, me fumo un cigarro de una sola calada y, piiiiiiiiiiii, suena el timbre, ¡ya está aquí!. Me miro al espejo, me hago un repaso general, lorcitas bien disimuladas, peritas bien colocadas, ¡no se mueve ni un pelo!
Llega a casa, y aunque no lo parezca, no paro de temblar, creo que he llegado a un estado crónico de tembleques que no se me pasa hasta dos horas después de que se vaya. Nos sentamos en el sofá para echar una partida a la Play, estaré como un flan, pero a mí a la Play no me gana ni Dios, así que no me dejo amilanar por su presencia, y le meto una paliza que lo dejo fundido.
De repente mis compañeras dicen que se bajan al chino a comprar cerveza y me quedo de un color aún más blanquecino, si cabe, del que tengo. Malas pécoras, dónde coño vais, cómo me voy a quedar yo sola con él, qué hago, qué le digo, si ya me cuesta mirarle a la cara. Se cierra la puerta, vale que no cunda el pánico, un-dos-tres yo me calmaré, cuatro-cinco-seis todos lo veréis. Consigo controlar mínimamente la situación y no tirarme por la ventana y comienzo una conversación con él acerca de su casa, su familia, etc…
Por fin llegan estas, y con ayuda de la cerveza me voy relajando un poquito, no del todo, porque estaba tan tensa que parecía que me hubiesen metido un palo por el culo. Pero bueno, la primera velada con Omar, transcurre tranquila, entre risas, anécdotas y la ficha técnica que le hace Oli, que más que mi compañera de piso y gran gran gran amiga, y en ocasiones, también ángel de la guarda, parece un interrogador policial.
Así, después de más de dos horas disfrutando de su compañía abandona nuestra pequeña morada, parece que se lo ha pasado bien. Vamos a despedirlo a la puerta, bueno, voy, porque cuando me doy la vuelta para ver si me siguen, me he quedado más sola que la una, le digo adiós y que vuelva cada vez que se aburra a coger práctica con la Play, porque el equipo de Olalla y Joy prodigiosamente ha conseguido ganar al de Omar Steven y Marina Alejandra, y eso sí que no se puede consentir.

מרינה

3 comentarios:

Najla dijo...

VIVA!!

Marina dijo...

ayyy qeu fuerte ana esta tarde te hago repaso rapido, jiji

AdRiAnØ dijo...

UoOoOo Marina!! lo has metido en casa!! punto para Marina Alejandra Urduales Grijaldo!!! ; D