domingo, 8 de marzo de 2009

Capítulo 36.

Me paso la tarde entera con Joy, y hay que ver qué impertinente está la tía. Dios sabe que la quiero un montón, pero eso no quita que a veces tenga ganas de escacharle la cabeza.
Ha pasado de la efusividad a la pesadez, luego a la histeria, más tarde a la tristeza del desamor, y finalmente a la depresión.
En la fase de efusividad caen unas buenas risas. Hacemos un repaso a los buenos momentos y jugamos a ver quién dice más barbaridades.
En la de pesadez acabo hasta la coronilla. Se pasa 20 minutos diciéndome:
-Voy o no voy. Voy o no voy.
Hasta que al final le grito al borde del ataque de nervios:
-¡Vete! ¡Pero a la mierda!
Al rato empieza a chillar por toda la casa porque cree que hay un gusano dentro de su pollo. Para tranquilizarla le hago una autopsia al animalito y acabo encontrando el supuesto gusano, que resulta ser un simple e inofensivo hilillo.
En la fase de desamor la escucho y la animo a que pase a la acción. Le digo que que te den calabazas tampoco es una tragedia, ya ves, a mí Omar me las dio, no explícitamente, aunque la cosa quedó bastante clara, y no me tiré al río, así que si a ella le pasa lo mismo, lo superará.
Finalmente llega a la de depresión, y en esa ya no tengo nada más que decirle. No soy la más indicada, ya que me paso el día deshojando la margarita, aunque cambiando “me quiere-no me quiere”, por “hoy te quiero-hoy no te quiero” y mi estado de ánimo tiene más pareces que la moños, como dice mi madre.
Eso sí, la advierto de que acabará volviéndose tan loca como yo si no hace algo pronto con el señor X.
Finalmente se mete en la cama, parecía que no se iba a ir nunca. Antes de cerrar la puerta y de obsequiarme con grititos de todo tipo me dice:
-Buenas noches, te veo mañana.
-Mira, con lo pesada que estás espero no verte por lo menos hasta la tarde. Le contesto.
Y la puerta, gracias a Dios, se cierra.

מרינה

1 comentario:

Manu MAÑERO dijo...

pues sí hay veces que las personas que más queremos son las que más nos sacan de quicio. si no existe proporcionalidad directa, será entonces que quizás no la quieras tanto jaja. los desamores, paradójicamente, son excelentes percutores del distanciamieto entre amistades. por qué será??