martes, 10 de marzo de 2009

Capítulo 38.

He decidido que hoy me corto el flequillo. Me he imaginado como me quedaría y me ha parecido que voy a estar estupenda, divina de la muerte. Me visualizo y hasta me parezco una chica de las que salen en las revistas de peluquería. Pienso que, si yo una vez pude arreglar una tubería, ¡qué apañada que soy! ¡Todo un partidazo! Pues digo yo que también podré cortarme el pelo. Bueno, y lo que voy a fardar mañana entre las chicas de nuevo look, y todo completamente casero.
A ello voy. Me meto en el baño, selecciono los pelos que voy que voy a cortar, los agrupo, los tenso, engancho las tijeras y hago un corte rápido y tajante. Suelto los pelos y… ¡noooo! ¡Pero qué he hecho! ¡No puede ser verdad que me esté pasando esto!
Corto, a trasquilones, ni recto, ni con ninguna forma, una chapuza en toda regla. Desconsolada, quiero llorar, que yo con el pelo soy muy sensible. Lo mojo, lo seco, lo plancho, pero esto no tiene solución. Me veo un mes engominada hasta las cejas y con un alijo de horquillas.
Me sereno un poco y me voy haciendo a la idea de que esta fea que me mira desde el espejo voy a ser yo durante todo este mes, y ya me voy preparando una buena escusa para mi peluquera, para no tener que reconocerle que soy gilipollas, con todas las letras, y que no acabe pensando que en realidad lo que a mí me pasa es que tengo delirios esquizoides y me engancho a todo objeto punzante que encuentro en el camino, y acabo atacándome a mí misma, porque parece que eso es lo que he hecho.
Cuando llega Joy, la miro y la sonrío, en plan, ¿me notas algo raro? Su cara es todo un poema y la tía me suelta:
-Pero a ti qué te pasa, ¿que no te miras en el espejo?
Joder, pero qué tacto tienes, desde luego ya sé que me lo he dejado como el culo, pero esperaba algo más parecido a “tranquila”, “no te queda tan mal”, “crece en seguida”, algo más reconfortante.
A veces tengo la impresión de que el día en el que repartieron la inteligencia yo estaba por ahí perdida sin enterarme de nada.
Además, cómo voy a ir a ver a Omar con estos pelacos, si se va a asustar.

מרינה

2 comentarios:

Manu MAÑERO dijo...

en realidad, tu sí estabas presente el dia q repartieron la inteligencia y además saliste bien parada. cuando faltaste fue cuando repartieron la habilidad con las tijeras.
pero tranquila, crece enseguida. jaja
un besazo

Yo misma dijo...

jajaja, justo hoy me ha pasado lo mismo!!!!!!!!! y he tenido que bajarme a la pelukeria a que me arreglaran el destrozo, y claro me han dejado un flequillo super corto y parezco una tonta del bote...pero bueno..como dice Manu...crece rapido y de cosas peores hemos salido o no? JAJAJ.

Saludos!