martes, 17 de marzo de 2009

Capítulo 44.

De nuevo vuelta a casa, que ya me hacía falta, pues sentía que estaba empezando a perder el norte y necesitaba volver a los orígenes para saber quién narices es esta chica que me encuentro todas las mañanas con legañas en los ojos y con pocas ganas de salir fuera a enfrentarse a las cosas del día a día.
Lo bueno de mi vida es que cuando me canso de una me tomo unos días de descanso en el pueblo y luego vuelta a la carga antes de que me canse de ésta segunda vida.
Como siempre, alegría por ver a la familia, interrogatorios a la pequeña de la casa y el perro saltando todo el rato a mi alrededor para que lo sobe. Desde luego que es el más agradecido, lleva dos horas persiguiéndome por casa, llorando a mi lado para que lo coja encima y como no ha conseguido lo que quería acabó subiéndose a la silla conmigo y acomodándose entre el hueco que queda entre mi espalda y el respaldo de la silla. Pero chucho, cuánto te había echado de menos y qué mal hueles, joder.
Cuando llego aquí parece que el tiempo se paraliza, los días duran el doble, a pesar de que mi madre me mande a hacer todos sus recados, aunque yo los hago encantada de la vida, pues da gusto cuando caminas por la calle y la gente te saluda y te paras a hablar con cualquiera. Casi me parece increíble que la gente no me empuje en la cola del supermercado y nadie intente pasarme por encima al cruzar una calle. Me encanta cómo la gente pasea tranquilamente, como yo suelo hacer, sólo que en Madrid todos pasan a mi lado como balas. Si es que la pachorra me viene de serie, es la sangre del pueblo.

מרינה

1 comentario:

Manu MAÑERO dijo...

en los pueblos es donde se disfruta la vida de verdad. en las ciudades el concepto de placer esta muy prostituido, casi literalmente. hace tiempo escribi 1articulo en mi antiguo blog en el que precisamente hablaba de cómo lo mas insignificante puede trazar la diferencia mas abismal entre la vida "rural" y la "cosmopolita". Lo titulé "la parábola del lector", y trataba, básicamente, de la forma en la que una persona se enfrenta al periódico desde que lo compra hasta q llega a casa.
me gustó, pero fracasó la idea jaja
disfrutalo, a la vuelta no te libras de conocerme. ya lo verás.